Está destinada a personas con discapacidad intelectual grave que, debido a su alto grado de afectación, necesitan asistencia de forma básica y continuada, y que por razones familiares y sociales no pueden vivir en su casa. Los residentes atendidos siguen un programa de atención individualizada que responde a sus necesidades y sus objectivos pedagógicos, psicológicos, sociales, de salud y de ocio. La residencia acoge dos terceras partes del total de usuarios del centro.