En el año 2009, el
Centre Psicopedagògic Mare de Déu de Montserrat acogió a un perro terapéutico. De este modo, se obliga al usuario a asumir la
responsabilidad que supone atender y cuidar al animal, potenciando, a la vez, el
aspecto afectivo y mejorando la
relación con el resto de usuarios. En concreto, la terapia incluye
ejercicios de estimulación sensoriomotriz a través del contacto con el animal y, también,
ejercicios motrices a través del juego, el acompañamiento o el paseo con el perro.
Este perro terapéutico se encuentra en la unidad destinada a personas con un elevado grado de autonomía, aunque también interviene en ejercicios diseñados para personas con discapacidad intelectual grave.